HABLANDO CON EL ALMA DEL VIENTO
Melodia para una noche mágicade mrico
8 MISIVAS BREVES DE AMOR
Amor mío:
Escucho los sonidos del alma como cuando el viento se estrella contra los vidrios de las ventanas o el pájaro carpintero taladra con una pica a la roca, o como el día cuando se levanta y le abre a la primavera la
puerta.
El sonido brota de una orquesta imaginaria que interpreta, a las notas que decodifica de un pentagrama que aletea como si ansiara levantar vuelo. Son las ondas del viento las que ponen a navegar a los
suspiros, acompasados al ritmo.
La música del órgano germina y estalla como el corazón de una granada una fiesta de recuerdos se arma en mi memoria. Es la comunión de lo sacro con los anhelos paganos de las oraciones. Una ceremonia secreta se
celebra dentro de mi espíritu, compungido y emocionado por la música clásica
Tu amado, Poeta
Amada mía:
Extraño el olor a guayaba de tu cuerpo, el canto de los insectos y de los pájaros. La fatiga del día se extiende como una sábana sudada y sin ilusiones. No hay color ni olor a licor en las palabras. Es el bullicio
que esconde tantos miedos y silencios, pero que conservan por dignidad un poco
de esperanza. La vida es sorda con los pobres e indiferente con los miserables.
No creo en el poder de las oraciones ni en los ángeles que nos abandonan,
cuando más los necesitamos. La vida es un absurdo mar de sangre y de
sacrificios innecesarios. El dolor revolotea como pájaros y el desespero. Dios
es sordo o simplemente nos ignora.
Te ama, el POeta vagabundo
MI pequeña avecilla:
no hay tierra para el pobre o para que la trabaje el campesino. Como animales degollados, castrados o heridos de muerte, nos arrastramos. No hay luz ni esperanzas. La guerra dejó sembradas minas para que
germine la muerte. Veo al hombre como a un animal mutilado, agobiado. Nadie
levanta la voz ni la mirada. Es extraña esta costumbre de andar observando el
suelo, si se borran las huellas de los que ya pasaron. Somos árboles sin hojas.
Pájaros con las alas rotas.
Tu poeta
ESCUCHA querida:
nadie habla ni se refiere al hombre de las tinieblas. Somos como el alarido invidente del miedo o del terror que nos acosa. Somos cuerpo sin ilusiones que transitamos hacia un futuro vacío. Hay una
reencarnación de miseria en todos, pero elegimos la elocuencia del silencio. El
silencio es un grito ahogado en las gargantas del hombre. Todos deambulamos
como espíritus sin alma, hacia el final de nuestros destinos. ¿Será que las
respuestas afloran de las tinieblas?
Tu consentido POetaV
HOLA cielito:
Somos como la memoria de una página en blanco. Como el aroma del caballero de la noche, cuando sale de ronda a impresionar sentidos. Intento comunicarme con Dios, pero nadie me escucha. Las oraciones se transforman en
páginas en blanco y en silencios profundos que impactan a la memoria. El miedo
camina descalzo para pasar desapercibido. No brotan palabras de los picos de
los pájaros, sólo taladra en las paredes del viento con sus trinos. La inspiración
abre sus alas sobre la página en blanco, se persigna y deja en manos del azar,
la suerte de los versos.
Te extraño tanto amor, tu amado Poeta.
MI adorado pecadito:
Somos necios y orgullosos como pájaros cantores. Aves barítonas que se creen las dueñas del cielo. Pájaros que abren sus alas cual cóndores y se deslizan como si el viento fuese nieve. Sólo alguna rama los
detiene, para qué se orienten con sus cantos. Es el cortejo de las páginas en
blanco, es el instinto de su naturaleza. Es grato departir con otras voces y
cantos. La vida es agradable cuando se escucha una sinfonía. ¿Por qué somos tan
necios y somos felices, rasgando al viento? ¿Por qué no aprendemos escuchar, en
vez de hacer ruidos necios? Cuando un pájaro canta, siento que habla con la
vida. ¿Cómo puede convertirlo su canto, en el objetivo de un perdigón asesino?
¿Será que tiene sentido un mundo mudo o una selva silenciosa? Ahora extraño
cada día más, el canto de las aves.
Con todo el amor de mi corazón, tu poeta
MI gran amor:
no existen cartas ni palabras de amor: sólo una larga y silenciosa espera. No hay aves mensajeras: sólo esperanzas negras y pesimistas. El viento no tiene el aroma de tu cuerpo y no hay palabras tuyas por ninguna
parte. No sé si aguardar más una carta de amor tuya o si sea en vano, conservar
una ilusión. Me siento triste como un ave condenada a la agonía, cuando el
viento le quiebra un ala. Si estás herida, podrías con sangre escribir al menos
un par de palabras. El destino era una noble paloma mensajera. Ahora no recibo
siquiera una página en blanco. Hay un silencio profundo empuñando la pluma.
Tu poeta
ALONDRA ADORADA:
el odio es uno de los sentimientos más malos y perversos del mundo; desde siempre ha pretendido matar al amor. El mal carácter siempre ha provocado la discordia y la rabia, pero el amor es capaz de superar
esos malos momentos. La ambición cree devastar al amor al desbordar el deseo
por el poder y la riqueza, pero el amor se impone a esas tentaciones banales.
El odio recurre a los celos, para que con artimañas confundes lastime al amor,
pero con valentía y fortalezas impone. Así envió el odio y al egoísmo, a la
indiferencia, a la pobreza, a la frialdad, a la enfermedad pero todos esos
malos sentimientos fracasaron. Solo un sentimiento pudo matar al amor en poco
tiempo y fue: ¡la rutina! Hoy recuerdo con nostalgia este hermoso mensaje que
por azar la vida puso en mis manos y que bien podría llamarse: "cómo matar
al amor".
Quedo en espera de tu respuesta, con todo mi amor
Tu poeta
Autoría:
ANTONIO ESCOBAR MENDÍVEZ.
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