viernes, 9 de diciembre de 2011

EL TALLADOR DE LAPIDAS

 
 
 
                                         
LADOR DE LAPID


EL TALLADOR DE LÁPIDAS

EXTRACTO DEL LIBRO

"LOS 10 SECRETOS DE LA ABUNDANTE FELICIDAD" 
Adam J. Jackson 
En mi país, hay un cuento sobre un hombre que cortaba y tallaba rocas
para hacer lápidas. Se sentía infeliz con su trabajo y pensaba que
le gustaría ser otra persona y tener una posición social distinta.
Un día pasó por delante de la casa de un rico comerciante y vio las
posesiones que éste tenía y lo respetado que era en la ciudad.
El tallador de piedras sintió envidia del comerciante y pensó que le gustaría ser
exactamente como él, en lugar de tener que estar todo el día
trabajando la roca con el martillo y el cincel.

Para gran sorpresa suya, el deseo le fue concedido y de este modo
se halló de pronto convertido en un poderoso comerciante, disponiendo
de más lujos y más poder de los que nunca había podido siquiera soñar.
Al mismo tiempo era también envidiado y despreciado por los pobres y
tenía igualmente más enemigos de los que nunca soñó.

Entonces vio a un importante funcionario del gobierno, transportado

por sus siervos y rodeado de gran cantidad de soldados. Todos se
inclinaban ante él. Sin duda era el personaje más poderoso y más
respetado de todo el reino. El tallador de lápidas, que ahora era
 comerciante,
deseó ser como aquel alto funcionario, tener abundantes siervos y soldados
que lo protegieran y disponer de más poder que nadie.

De nuevo le fue concedido su deseo y de pronto se convirtió en el
importante funcionario, el hombre más poderoso de todo el reino,
ante quien todos se inclinaban. Pero el funcionario era también la
persona más temida y más odiada de todo el reino y precisamente por ello
necesitaba tal cantidad de soldados para que lo protegieran. Mientras
tanto el calor del sol le hacía sentirse incómodo y pesado. Entonces miró
hacia arriba, viendo al sol que brillaba en pleno cielo azul y dijo:
“¡Qué poderoso es el sol! ¡Cómo me gustaría ser el sol!”

Antes de haber terminado de pronunciar la frase se había ya convertido
en el sol,
iluminando toda la tierra. Pero pronto surgió una gran nube negra, que
poco a poco fue tapando al sol e impidiendo el paso de sus rayos.
“¡Que poderosa es esa nube! – pensó – ¡cómo me gustaría ser como ella!”

Rápidamente se convirtió en la nube, anulando los rayos del sol y dejando
caer su lluvia sobre los pueblos y los campos. Pero luego vino un fuerte
viento y comenzó a desplazar y a disipar la nube. “Me gustaría ser tan
poderoso como el viento,” pensó, y automáticamente se convirtió en el viento.

Pero aunque el viento podía arrancar árboles de raíz y destruir pueblos
enteros, nada podía contra una gran roca que había allí cerca.
La roca se levantaba imponente, resistiendo inmóvil y tranquila a la
fuerza del viento. “¡Qué potente es esa roca!” – pensó –
“¡cómo me gustaría ser tan poderoso como ella!”

Entonces se convirtió en la roca, que resistía inamovible al viento más
huracanado. Finalmente era feliz, pues disponía de la
fuerza más poderosa existente sobre la tierra.
Pero de pronto oyó un ruido. Clic, Clic, Clic. Un martillo golpeaba a
un cincel. y éste arrancaba un trozo de roca tras otro. “¿Quién podría
 ser
más poderoso que yo?”, pensó, y mirando hacia
abajo la poderosa roca vio... al hombre que hacía lápidas.


– Muchas personas consumen su vida entera buscando la felicidad
sin encontrarla nunca, simplemente porque no miran en el lugar adecuado.
Nunca podrás ver una puesta de sol si estás mirando hacia el Este y
nunca encontrarás la felicidad si la buscas entre las cosas que te rodean.
El cuento del tallador de lápidas te enseña que la felicidad no depende
de lo que cambies en tu vida... salvo que te cambies a ti mismo.
                                                                       


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