Hay personas importantes y otras que no lo son tanto, que cruzan por
tu vida y la tocan con amor, o con cuidado, y continúan su caminar.
Existen personas que se alejan y tú suspiras con alivio, y
cuestionas por qué tuviste que haber tenido contacto con ellas.
Existen personas que se alejan y tu suspiras con nostalgia, te
preguntas por qué tuvieron que alejarse, ya que dejan ese enorme
vacío en ti.
Los hijos se alejan de los padres, los amigos se separan... y la
vida sigue. Personas cambian de hogar, personas crecen separadas,
enemigos se odian y se alejan. Piensas en todos aquellos que han
pasado por tu memoria, miras a los presentes y te cuestionas si
estarán por siempre junto a ti o si pronto se irán.
Si analizas detenidamente descubrirás que estás hecho de
pequeñas "partes" de todos aquellos que han pasado por tu vida. Eres
más por ellos y serías menos si no hubieran tocado tu vida. Muchos
tal vez aun sigan junto a ti, otros, quizás ya no están más.
Por eso, dale gracias a Dios por haberlas puesto en tu camino, y
dale gracias a esas personas... ¡por tocar su vida!
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