FILOSOFANDO UNA TRISTEZA
Las cosas tristes quedarán regadas
en el camino de la vida,
como semillas que el sembrador
echa a la tierra, y en ellas
estarán los dolores y agonías
y los granos darán su fruto
con el perdón que reguemos día a día.
!Qué son pues! las penas y tristezas
que a veces colma al alma adolorida,
tal vez sea el abono bueno
que necesita nuestra vida,
para que echen raíces, lo prístino,
lo insigne que en nosotros olvidado
casi siempre anida.
Cuando es la mano de Dios la que se extiende
hacia nosotros con un golpe,
con una herida en el alma, cómo nos duele,
cómo lloramos, al no saber
templar el corazón para tenerlo en calma.
Podremos beber del agua viva
que Dios te ofrece que sólo en el dolor
se crece, y se transmuta nuestro ser,
fortaleciendo el espíritu
en la fuente de su amor.
!Venga pues! lo que espolea el alma
que emane un enjambre
de odiseas !venga! lo que ha de suceder
si ha de traer la paz y calma
lo que necesita mi alma
a un nuevo amanecer.
************* Rosa Petrovich G.
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